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zorra del sábio Archiloco (15). Pero si alguno me dixese que no le es fácil al malo ocultarse por mucho tiempo, responderiale yo, que todas las empresas grandes tienen sus dificultades, y que sea lo que fuese, si queremos ser felices, no hemos de seguir otras huellas que las trazadas en los discursos que se han oido. Porque para libertarnos de las persecuciones de los hombres, nos procuraremos amigos y cómplices. Y tambien hay maestros que nos enseñarán el arte de seducir con discursos artificiosos al pueblo y á los jueces. Nos valdremos pues de la eloqüencia, y quando ella no bastáre, con la fuerza, como que somos mas poderosos, nos libertaremos del castigo de nuestros crímenes. Es verdad que la fuerza y el artificio nada pueden contra los dioses. Pero, si ó no los (16) hay, ó no se cuidan de las cosas de acá baxo, poco nos importa que ellos nos conozcan por lo que somos. Mas si los hay y toman parte en los negocios de los hombres, no lo sabemos sino por oidas, y por lo que nos han dicho los poetas que han escrito su genealogía. Pues estos mismos poetas nos enseñan que se les puede aplacar y cortar la cólera, por medio de sacrificios (17), votos y ofrendas, á los quales ó creerlos en todo, ó no creerlos en nada. Y si se les ha de creer, ha de ser uno un malvado, y del fruto de los delitos ofrecer sacrificios á los dioses. Verdad es que siendo justos, no tendriamos que temer de su parte; pero tambien perderiamos los provechos que dá de sí la injusticia.