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como que se ocupa de cosa sólida, real y verdadera, no quiere parecer malo, sino serlo en efecto, concibiendo su profundo y fecundo ingenio, y pariendo felizmente los mas brillantes proyectos (5). Por de contado con la reputacion de hombre justo se alza con todo el mando en la ciudad, se casa donde quiere, establece sus hijos con quienes le da la gana, y entabla todas las conexiones que tiene gusto, y sobre esto saca provecho de todo, por no tener el menor reparo en injuriar. En todo quánto se empeña, ahora sea en público, ahora en particular, queda superior y logra ventaja sobre todos sus concurrentes, y de aquí resulta el enriquecerse, hacer bien á los amigos, daño á los enemigos, ofrecer á los dioses muchos sacrificios y dones magníficos; y conciliarse la benevolencia de los dioses y de los hombres mucho mas fácil y seguramente que el justo: de donde puede concluirse con verosimilitud, que es tambien mas amado de los dioses, que el justo (6) mismo. Con este fundamento, Sócrates, pretenden ellos que su condicion es mas dichosa que la del justo, de qualquier lado que se la mire, así respecto de los dioses, como de los hombres.

Soc. Quando Glaucon hubo acabado de hablar y me disponia yo á responderle, díxome su hermano Adimanto: creeis vos, Sócrates, que la objecion esté ya bastantemente desenvuelta? Por qué no? le dixe yo. Adim. Porque á mi hermano se le olvidó lo principal. Soc. Ahora pues