hareis. Voy pues á preguntaros. Thrasim. Preguntad.
Soc. Pregunto pues ahora lo que poco ántes (para llevar seguido el discurso); en qué estado se halla la justicia comparada con la injusticia? vos habeis dicho, me parece, que era mas fuerte y mas poderosa la injusticia que la justicia. Thrasim. Y lo digo aún. Soc. Si la justicia es sabiduría y virtud, creo me seria muy fácil manifestar que ella es mas fuerte que la injusticia; puesto que la injusticia es ignorancia, y nadie hay que ignore esto. Pero no quiero, Thrasimaco, detenerme en esta sencilla prueba, sino convenceros con esta otra. Diriais por ventura que hay algun estado tan injusto, que intente sujetar y dominar injustamente otros estados, y aún tener á muchos en esclavitud? Thrasim. Por qué no? sin duda que lo hay. Y esto debe suceder á proporcion que el gobierno será mas excelente, y habrá llegado en él la injusticia á mayor altura. Soc. Yo sé que este es vuestro modo de pensar. Lo que yo queria saber, es si un estado que se hace dueño de otro estado, puede tener este dominio, sin tener de su parte la justicia, ó si estará precisado á servirse de ella. Thrasim. Si la justicia es sabiduria, como vos hace poco deciais, será preciso que este estado recurra á ella; pero si es como yo digo, él echará mano de la injusticia. Soc. Mucho os agradezco, Thrasimaco, que no solamente digais sí, y no con movimiento de cabeza, sino que