Página:Plagiado (1896).djvu/42

Esta página no ha sido corregida
34
PLAGIADO

tamente de que vasta importancia sería para mi antes de mucho.

Cuando mi tío me llamó, me entregó, contándolas una á una, treinta y siete libras esterlinas en oro; el resto del dinero lo tenía en la mano en pequeñas monedas de oro y plata; pero le faltó el valor para entregármelo y se lo guardó en el bolsillo.

—Eso,—dijo,—te mostrará quien soy. Algo raro y extraño con los desconocidos; pero mi palabra vale una escritura, y aquí tienes la prueba.

Mi tío me parecía tan tacaño que esta repentina generosidad suya me dejó confuso y no pude hallar palabras darle las graciascon que —Ni una palabra,—dijo.—Nada de gracias; no necesito gracias. Cumplo mi deber; esto no quiere decir que todo el mundo hubiera hecho lo mismo; pero por mi parte, me considero feliz en hacer lo que es justo en beneficio del hijo de mi hermano; y me complace mucho pensar que ahora podremos entendernos como deben hacerlo los buenos amigos.

Le contesté lo mejor que pude, pero todo el tiempo no pude menos que preguntarme qué sería lo que vendría después, y por qué se había separado de sus preciosas monedas; pues la razón que dió no la admitiría ni un niño.

Al poco rato me miró de soslayo y me dijo: —Y ahora,—toma y daca.

Le dije que estaba dispuesto á probar mi gratitud en cualquier cosa que fuera razonable, y entonces me puse á esperar que me pediría algo casi imposible. Y cuando al fin se armó de valor para hablar, fué solo para decirme