Página:Plagiado (1896).djvu/233

Esta página no ha sido corregida
225
LA HUIDA EN EL BOSQUE: LA RIÑA

hacluído; y si no ha sido de su gusto lo que he dicho, menos lo será lo que me falta por decir. Vd. ha sido derrotado y perseguido en el campo de batalla por los hombresformados de mi partido; no me parece pues gran ya zaña hacer frente á un muchacho. Tanto los Campobellos como los Whigs lo han derrotado; Vd. ha corrido ante ellos como una liebre. Tiene Vd. que hablar de ellos como de gentes que le son superiores.

Alán permaneció un momento en silencio.

—Es una lástima,—dijo.—Hay palabras que una vez dichas no se pueden dejar pasar por alto.

—Nunca le he pedido á Vd. que lo haga,—le dije.Estoy tan dispuesto como Vd.

—¿ Dispuesto? —dijo.

—Sí, dispuesto, repetí. No soy un fanfarrón como alguno que podría nombrar. Defiéndase Vd.

Y desenvainando la espada me puse en guardia como Alán mismo me había enseñado.

—¡ David !—gritó.— Ha perdido Vd. el juicio? Yo no puedo desen vainar la espada contra Vd. Sería un asesinato.

—Eso lo sabía Vd. cuando me insultaba,―le dije.

—¡Es verdad !—exclamó Alán y permaneció un instante retorciéndose los bigotes con la mano como hombre sumamente perplejo.—"Es verdad,"—repitió y desenvainó la espada.

Pero antes de que pudiera yo tocar su hoja con la mía, la arrojó al suelo lejos de sí, diciendo: —No, no, no; no puedo, no puedo!

Con esto toda mi cólera desapareció; y me hallé solamente enfermo, y triste, y confuso, y sorprendido de mí