En primer lugar, el defecto de fuerza ó espresion en el sonido de las vocales obligaria á darla mucha al de las notas; y como la lengua seria sorda, la música seria chillona: en segundo lugar, la dureza y la frecuencia de las consonantes forzaria á escluir muchas palabras, y á no proceder en las otras sino por entonaciones elementales, y la música seria insípida y monotona: su marcha seria ademas lenta y fastidiosa por la misma razon, y aun cuándo se quisiese avivar un poco el movimiento, su velocidad pareceria á la de un cuerpo duro y anguloso que rueda sobre un empedrado.
El compas, esto es, la tercera parte esencial de la música, es poco mas ó menos para la melodía lo que la sintáxis para el discurso: él es el que forma el encadenamiento de las palabras, el que distingue las frases, y el que da un sentido, una union al todo. Toda música de la cual no se conoce el compas, se parece, si el defecto viene del que la ejecuta, á una escritura en cifra, de la que es menester precisamente hallar la clave para encontrar el sentido de ella; pero si en efecto esta música no tiene compas sensible, entónces no es mas que una coleccion confusa