precio de los comestibles, conoce la calidad de ellos, sabe muy bien llevar las cuentas, sirve á su madre de mayordomo. Destinada á ser ella misma algun dia madre de familia, gobernando la casa paterna aprende á gobernar la suya; puede suplir las funciones de los criados, y siempre lo hace con gusto. Jamas se sabe mandar bien sino lo que se sabe ejecutar por uno mismo; y esta es la razon que tiene su madre para ocuparla de este modo. En cuanto á Sofía, no va tan allá: su primer deber es el de hija, y el único que por ahora piensa llenar. Su única mira es servir á su madre y aliviarla de una parte de sus cuidados.
Sofía tiene entendimiento despejado sin ser brillante, y sólido sin ser profundo: un entendimiento del que nada se dice, porque cualquiera que habla con ella nunca le encuentra sino como el suyo, poco mas ó menos. Tiene siempre el que agrada á las gentes que la hablan, aunque no muy adornado, segun la idea que tenemos de la cultura del entendimiento de las mugeres; porque el suyo no se ha formado por la lectura, sino únicamente por las conversaciones de sus padres, por sus propias reflexiones, y por