lo pierde. Es posible tener ojos y boca mas hermosos, y una presencia mas imponente; mas no es posible tener estatura mas proporcionada, talle mas bien hecho, color mas hermoso, mano mas blanca; pié mas lindo, mirar mas dulce, fisonomía mas tierna. Interesa sin deslumbrar, embelesa, y no se podria decir por que.
Sofía gusta de ataviarse, y es inteligente en esto: su madre no tiene otra camarera que ella: tiene mucho gusto para componerse y que luzca su ropa, pero aborrece los ricos trages: siempre se vé en el suyo la sencillez unida á la elegancia: no ama lo que brilla, sino lo que sienta. Ignora cuales son los colores de moda, pero sabe perfectamente los que le caen bien. No hay jóven que parezca ataviada con menos estudio, y no hay una cuya compostura sea mas estudiada: ni una pieza de su trage está puesta por acaso, y en ninguna se echa de ver el arte. Su adorno es muy modesto en la apariencia, y en realidad muy provocativo: no hace ostentacion de sus gracias, al contrario las oculta, pero ocultandolas sabe hacer que se imaginen. Al verla, se dirá: he aquí una jóven modesta y prudente; pero mién-