Teniendo una alma tierna y sensible, pero no apreciando nada por la tara de la opinion, aunque guste de agradar á los demas, cuidará bien poco de ser tenido en consideracion. De lo que se sigue que será mas afectuoso que cortés, que jamas tendrá altivez ni fausto, y que le moverá mas un cariño que mil elogios. Por los mismos motivos no descuidará ni sus modales ni su porte, y aun podrá quizá tener alguna afectacion en su trage, no para parecer hombre de gusto, sino para hacer mas agradable su figura.
Amando á los hombres porque son sus semejantes, amará sobre todo á los que se le parezcan mas, porque se tendrá por bueno; y juzgando de esta semejanza por la conformidad de los gustos en las cosas morales, tendrá mucho placer en hallar aprobacion en todo cuanto tiene relacion con el buen carácter. No se dirá á sí mismo precisamente: me alegro porque se me aprueba, sino me alegro porque se aprueba lo bueno que he hecho: me alegro de que las gentes que me honran se honren á sí mismas: en tanto que juzguen tan sanamente, será muy plausible merecer su estimacion.