Su destino es guiar y gobernar á sus iguales: el talento y la esperiencia equivalen para él al derecho y á la autoridad. Dadle el vestido y el nombre que os acomode, poco importa: tendrá la primacía por todas partes; será el gefe de los demas, que reconocerán siempre su superioridad: sin querer mandar, será el amo; sin creer que le obedecen, será obedecido.
Ha llegado á la madurez de la infancia: ha vivido vida de un niño: no ha comprado su perfeccion á costa de su felicidad: por el contrario, ha contribuido una á otra. Adquiriendo toda la razon de su edad, ha sido feliz, y libre en cuanto su constitucion le permitía serlo. Si la parca fatal viene á segar en él la flor de nuestras esperanzas, no tenemos que llorar á un tiempo su vida y su muerte: no agravarémos nuestro dolor con la memoria del que le hayamos causado: dirémos: á lo menos ha gozado de su infancia: nada le hemos hecho perder de lo que le había dado la naturaleza.