que el orgullo; pues las flexibles rodillas dan pábulo á la arrogancia y pagan sus honorarios al hombre orgulloso. — Acto 3.°, esc. 3.ª
Cuando la grandeza tiene en contra á la fortuna, tambien los hombres le son contrarios. — Acto 3.°, esc. 3.ª
El Tiempo lleva en su espalda una alforja en que echa las limosnas que recoge para el Olvido, monstruo gigante de ingratitudes. — Acto 3.°, escena 3.ª
La gloria marcha por un camino tan estrecho que solo puede ir un hombre de frente. — Acto 3.°, esc. 3.ª
El tiempo se parece á un anfitrion de buena casa que estrecha friamente la mano del amigo que se vá, y que, con los brazos estendidos, acoge al recien llegado, cual si quisiera escapársele. — Acto 3.°, esc. 3.ª
Hay un rasgo de naturaleza en que convienen sin distincion los seres racionales: todos aprecian más el polvo bajo un ligero dorado que el oro bajo una cubierta de polvo. — Acto 3.°, esc. 3.ª
Una mujer impudente y masculina inspira menos disgusto que un hombre afeminado en momentos de accion. — Acto 3.º, esc. 3.ª