La hermosura, acompañada de la honestidad, es como azúcar con salsa de arrope. — Acto 3.°, escena 3.ª
Una débil llama toma cuerpo al soplo del menor vientecillo; pero el huracan furioso extingue de raíz un incendio. — Acto 2.°, esc. 1.ª
El alma dá la riqueza al cuerpo; y así como el sol traspasa las nubes más densas, el honor reluce al través del vestido más grosero. — Acto 4.º, escena 3.ª
Una mujer irritada es como una fuente turbia; cenagosa, intrasparente, desagradable, repulsiva; y en tanto que así se mantiene, nadie, por ahogado ó sediento que esté, se dignará beber en su linfa ni mojar siquiera los lábios. — Acto 5.°, esc. 2.ª
La obediencia que un vasallo debe á su rey es precisamente la que una mujer debe á su marido; y cuando es bronca, indócil, terca, descontentadiza, y resiste á sus nobles mandatos, aparece como una loca y sostenida rebelde, indigna por su conducta del cariño marital. — Acto 5.°, esc. 2.ª
La afliccion moderada es un tributo que se debe á los muertos; el dolor excesivo, un antagonista de los que viven. — Acto 1.º, esc. 1.ª