10. EL CUICACALLI, LA CASA DEL CANTO.
El concepto de "flor y canto" en la civilización del Anáhuac, tiene una profunda connotación filosófica educativa. Por ello, podemos afirmar que producto de esa connotación existió una institución educativa llamada "la casa del canto", entendiendo que con la metáfora de "canto", se refiere a sabiduría, y flor a la belleza, pero aplicada a lo que se conoce como "educación artística".
En efecto, durante muchos siglos en todo el Anáhuac existían "centros culturales" en los que los alumnos, mujeres y hombres, asistían por las tardes. Estas instituciones estaban ubicadas por lo general en el centro de la población y las niñas y doncellas partían en procesión, a la caída del sol desde su Ichpochcalli, que se ubicaba en el lado poniente de la población.
Los niños y muchachos lo hacían desde su telpochcalli, situado en la parte
Oriente. Ambos lo hacían a la misma hora y entonando cantos e himnos
religiosos, todos acompañados por sus maestros en disciplinada y solemne
procesión.