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origen, la hermandad o descendencia de los árboles. Para la cultura mixteca de Oaxaca, su origen proviene de los árboles en Apoala.

“—El capullo de un árbol gigante no es mucho mayor que el árbol en sí. Lo interesante es que algunas plantas muy pequeñas tienen un capullo casi tan alto como el cuerpo del hombre y tres veces más ancho. Esas son plantas de poder. Comparten la mayor cantidad de emanaciones con el hombre, no las emanaciones de la conciencia, sino otras emanaciones en general...” C.C.

ACECHO, INTENTO Y LA POSICIÓN DE ENSUEÑO

En la historia de la Toltequidad los primeros toltecas o videntes se perdieron en las complejidades de los mundos o realidades que exploraban. Al fracaso de los viejos videntes, los nuevos toltecas o videntes hicieron un recuento de sus prácticas y conocimientos y comenzaron de nuevo. Encontraron que el movimiento del punto de encaje era básico, para lo cual tomaron medidas prácticas para moverlo. Delinearon tres técnicas: la primera es la maestría del acecho; la segunda es la maestría del intento y la tercera es la maestría del ensueño.

Los toltecas advirtieron que cuando los guerreros se comportaban diferente a lo acostumbrado en forma sistemática y continua, su punto de encaje se movía sutilmente, por lo cual iniciaron la práctica del control de su conducta y a esto le llamaron "el arte del acecho", que no es otra cosa que el comportamiento cotidiano con la gente; para ello descubrieron que los tiranos son elementos externos que apoyan para lograr el cambio de nuestra conducta y, al desarrollar esta técnica, pudieron mover su punto de encaje.

Pero se dieron cuenta que en el punto de encaje había algo más que el simple alineamiento; descubrieron una energía que surge del alineamiento, a la que llamaron "voluntad", que opera, de manera impersonal e interrumpida, como un estallido ciego de energía que hace que nos comportemos como lo hacemos. Por ella percibimos el mundo cotidiano, e indirectamente, a través de la percepción, tiene que ver con la localización del punto de encaje.

Los toltecas descubrieron que a la voluntad la podían "guiar" intencionalmente para establecer otro alineamiento; a esta técnica la llamaron "la maestría del intento"; con esta maestría se puede entrar a voluntad en la conciencia del lado izquierdo, el nagual o la otra realidad.

El descubrimiento de estas verdades llevó siglos de experimentación y en ese transcurrir los toltecas observaron que cuando el hombre duerme su punto de encaje se mueve levemente, pues precisamente lo que produce los sueños es un leve movimiento del punto de encaje hacia la parte izquierda; por tal razón, interferir el sueño era interferir el movimiento natural del punto de encaje. Pero descubrieron también que al interferir el sueño del guerrero, éste se volvía compulsivo y caprichoso, y para corregir este efecto los toltecas crearon el camino del guerrero.

El camino del guerrero es desarrollar una fuerza interna capaz de dotarlo de un sentido de ecuanimidad, casi de indiferencia; un sentimiento de holgura y sosiego, para que obtenga una inclinación natural y profunda a través del análisis, de la comprensión y de la tolerancia; en síntesis: un sentido de sobriedad.

El camino del guerrero comienza con una fuerte determinación y conciencia de cambio; después toma un acto que debe ser premeditado, preciso y continuo, un acto pequeño que no ofrezca gran resistencia. Si este acto se lleva a cabo constantemente, uno

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