Página:Para leer a Carlos Castaneda.djvu/74

Esta página ha sido corregida

como conciencia de un orden Superior, su efigie no puede ser otra que el símbolo de esta verdad y las plumas de la serpiente que lo representan deben hablamos del espíritu que permite al hombre hombre cuyo cuerpo, como el del reptil, se arrastra en el polvo conocer la alegría sobrehumana de la creación, constituyendo así un canto a la soberana libertad interior. Esta hipótesis se ve confirmada, además, por el simbolismo náhuatl, en el cual la serpiente representa la materia su asociación con las divinidades terrestres es constante y el pájaro, el cielo. El Quetzalcóatl es entonces el signo que contiene la revelación del origen celeste del ser humano."

Creemos que uno de los fallos más grandes de la obra de Castaneda, fue el "descontextualizar la sabiduría tolteca que le trasmitió Don Juan, de la cultura que la generó". En efecto, Castaneda evita referir el contexto cultural en dónde operaba Don Juan y Don Genaro, además de no hacer una referencia más profunda de la Toltecáyod, a partir de fuentes académicas. Don Juan en varias ocasiones le mencionó a Castaneda sobre el origen tolteca de su linaje de conocimiento. Alguna vez, estuvieron los dos en el Museo Nacional de Antropología e Historia, en la Ciudad de México, y Castaneda no transcribe en la obra lo que Don Juan le dijo acerca de la información que él recibió de las piedras a través de la energía.

Sin el contexto cultural en donde nació y se desarrolló la Toltequidad o Toltecáyod a través de miles de años, "las enseñanzas de Don Juan" y la obra misma de Castaneda, quedan sin los cimientos fundamentales para conocerla y dimensionarla plenamente, no solamente en los antiguos linajes de conocimiento, sino fundamentalmente, en las complejas y sincréticas formas de vida cotidiana de los pueblos indígenas y campesinos del llamado México profundo. Sin esa sabiduría, los pueblos indígenas no habrían podido sobrevivir a la colonización en los últimos cinco siglos. Esta sabiduría de alguna forma sobrevive aún en las grandes metrópolis de México.

"Añadió que los guerreros no tienen vida propia. A partir del momento en que comprenden la naturaleza de la conciencia, dejan de ser personas y la condición humana ya no forma parte de su visión. Yo tenía un deber como guerrero y sólo eso era lo que contaba a fin de cumplir la tenebrosa tarea que me había confiado. Puesto que yo había prescindido de mi vida, ellos ya no tenían nada que decirme, salvo que debería dar lo mejor de mí. Y yo tampoco tenía nada que decirles, salvo que había comprendido y qué aceptaba mi destino...

Dijo que el reto de un guerrero consiste en llegar a un equilibrio muy sutil de fuerzas positivas y negativas. Este reto no quiere decir que un guerrero deba de luchar por tener todo bajo su control, sino que el guerrero debe de luchar por enfrentar cualquier situación concebible, lo esperado y lo inesperado, con igual eficiencia. Ser perfecto en circunstancias perfectas es ser un guerrero de papel...

Vi a don Juan tomando la delantera. Y después sólo hubo una fila de exquisitas luces en el cielo. Algo como un viento parecía hacer que la fila se contrajera y oscilara. En un extremo de la línea de luces, donde se hallaba don Juan, había un inmenso brillo. Pensé en la serpiente emplumada de la leyenda tolteca. Y después las luces se desvanecieron..." C. C.

APÉNDICE

Seis proposiciones explicatorias

"Las enseñanzas de don Juan tenían como fin guiarme a través de la segunda fase del desarrollo de un guerrero: la verificación y aceptación irrestricta de que en nosotros hay otro tipo de conciencia. Esta fase se dividía en dos categorías. La primera, para la que don Juan requirió la ayuda de don Genaro, trataba con las actividades. Consistía en mostrarme ciertos procedimientos, acciones y métodos que estaban diseñados a ejercitar mi conciencia. La segunda tenía que ver con la presentación de las seis proposiciones explicatorias...

74