que se da una mano. Eso hiciste con Pablito. Lo más difícil del mundo, para un guerrero, es dejar ser a los otros...
La impecabilidad de un guerrero consiste en dejar de ser y apoyar a los demás en lo que realmente son. Desde luego, eso implica confiar en que los otros son también guerreros impecables.
—¿Y si no son guerreros impecables?
—Entonces tu deber es ser impecable y no decir palabra —replicó—. El Nagual sostenía que sólo un brujo que ve y ha perdido la forma puede permitirse ayudar a otro...
Me explicó que la formación en la cual nos hallábamos era una postura de poder tolteca. En aquel instante era yo el centro y la fuerza capaz de reunir los cuatro rincones del mundo. Lidia era el Este, el arma que los guerreros toltecas blandían con la mano derecha; Rosa era el Norte, el escudo sostenido por delante del guerrero; Josefina era el Oeste, el espíritu cazador del guerrero, sostenido por su mano izquierda; y la Gorda era el Sur, el cesto que los guerreros llevan a la espalda y en la que guardan sus objetos de poder. Afirmó que la posición natural de todo guerrero era de cara al
Norte..." C.C.