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grado de conocimiento y los quieren ubicar como otro pueblo, como los mayas o zapotecos.

Seguramente que el conocimiento que Don Juan le trasmite a Castaneda, tuvo sus orígenes con los olmecas quince siglos antes de la era cristiana y que lo que hoy llamamos zonas arqueológicas, del periodo Clásico, no fueron “palacios, ciudades o fortalezas”, sino centros de conocimiento, en los que se desarrolló esta sabiduría para alcanzar “la libertad total”, vértice superior de todas las civilizaciones ancestrales con origen autónomo.

Por otra parte, el mismo autor, en la introducción del libro "Toltecáyotl" —aspectos de la cultura náhuatl— dice: "Toltecáyotl, traducido a la letra, significa toltequidad: esencia y conjunto de creaciones de los toltecas. Pero cabe desentrañar mejor la riqueza de sus connotaciones. De sentido abstracto y también colectivo este vocablo es derivado de toltécatl. Los antiguos mexicanos lo empleaban para abarcar lo que consideraban herencia suya, semilla de inspiración y condicionante de ulteriores logros.. ."

Don Juan sabía, a través de la tradición oral, que él era un tolteca y que sus prácticas y conocimientos se llamaban Toltequidad. Uno de los aprendices dijo que probablemente Don Juan no sabía que los toltecas conformaban una cultura; Don Juan simplemente era fiel a la tradición y dentro de sus enseñanzas decía que un aprendiz se convierte en tolteca cuando aprende los misterios del "acechar y del ensoñar", y que con ello el aprendiz retendrá estos misterios en su cuerpo.

Don Juan decía que el núcleo de nuestro ser era el acto de percibir, y a partir de la percepción se llegaba a la toma de conciencia; estos estados (la percepción y la conciencia) funcionan como una sola unidad; esta unidad tenía dos esferas: una era la "atención del tonal" o "el primer anillo de poder", el mundo de la razón y de los pensamientos. Y la otra era la "atención del nagual" o "el segundo anillo de poder", el mundo de la voluntad y de los actos. Don Juan señala que la única libertad que tiene el guerrero en el mundo cotidiano consiste en llevar una conducta impecable. Lo más difícil de afrontar en el mundo cotidiano para un guerrero es dejar ser a los otros, y si los otros "no pueden", el guerrero debe ser impecable y no decir una sola palabra. Al final de la obra los aprendices y Castaneda realizan un extraño ejercicio tolteca de poder: asumen una posición cuya descripción coincide exactamente con los llamados Atlantes de Tula, figuras en piedra que representan a guerreros toltecas y que están en Tula, Hidalgo, México.

Este libro es la transición del trabajo de autor entre las enseñanzas del lado derecho o la isla de tonal y las enseñanzas para el lado izquierdo o el mundo de nagual. Castaneda tendrá que "recordar", y con ello los conocimientos adquiridos ocuparán el sitio debido. Si en este libro baja la calidad literaria y la información sobre el conocimiento es porque el propio autor estaba "confundido" o iniciaba su tarea de "recordar". En los restantes esta tarea es llevada con eficiencia creciente; los lectores de Castaneda de "alguna manera" también pudimos "entender" o "ensamblar" la obra completa.

1 La transformación de doña Soledad

"Quiso saber si yo había entendido correctamente a don Juan cuando él decía que todo era posible si uno tenía un firme propósito...

Para ellas, por supuesto, la cuestión era cambiar o morir. Pero ese es el caso de todos nosotros, una cosa o la otra...

Don Juan siempre había insistido en que nuestro peor enemigo era la incapacidad para aceptar la realidad de aquello que nos ocurre...

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