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sobrepasado. El buen nahualli es depositario, hay algo en su interior, guardador, observador. Observa, conserva, auxilia; a nadie perjudica."

Volviendo al libro de Castaneda, Don Juan usa el término tonal para hablar del mundo conocido —parte derecha— o de la razón, y el término nagual, con dos acepciones, una que se refiere a la parte izquierda —de la "otra realidad", de la percepción, la contraparte del tonal y otra que se refiere al nombre que se le da al hombre de conocimiento, el líder de un grupo de guerreros al que se le nombra "el nagual", como lo fue Don Juan en su grupo, o Elías y el propio Castaneda.

Para Don Juan el tonal nace con el hombre y muere con él; el nagual es la otra parte del ser humano que siempre está ahí, antes, durante y después. El tonal es el mundo que se urde con la razón; el nagual es el mundo del poder, donde lo único que puede hacer el hombre es "atestiguar".

Castaneda recibe conocimientos a través de técnicas prácticas para "barrer" o limpiar la isla del tonal, porque el camino del guerrero no es más que la capacitación para ahorrar energía a partir de reducir la importancia personal, para poder entrar al mundo del nagual. Don Juan le dice a Castaneda que un guerrero no puede andar con lamentos y quejas, porque su vida es un desafío interminable, y no existen formas para que los desafíos sean bonitos o feos, buenos o malos. Los desafíos son sencillamente eso, desafíos. Allí radica la diferencia entre los hombres comunes y los guerreros. Mientras que para los primeros el mundo está lleno de bendiciones o maldiciones, para los segundos es un desafío interminable donde está a prueba su impecabilidad y su "desatino controlado".


"—Sólo como guerrero puede uno soportar el camino del conocimiento —dijo—. Un guerrero no puede quejarse ni lamentar nada. Su vida es un desafío interminable, y no hay modo de que los desafíos sean buenos o malos. Los desafíos son simplemente desafíos...

—La diferencia básica entre un hombre común y un guerrero es que un guerrero toma todo como un desafío —prosiguió—, mientras un hombre ordinario toma todo como bendición o maldición...

Luego me pidió razón detallada de cómo había yo llevado a cabo las recomendaciones que don Genaro y él mismo hicieron acerca de mi mundo cotidiano y mis relaciones con la gente...

Cuando un guerrero tiene por fuerza que creer, lo hace porque así lo escoge, como expresión de su predilección más íntima.. Un guerrero no cree; un guerrero tiene que creer."...

"Así que, si no fuera porque nos damos cuenta de la presencia de nuestra muerte no hubiera poder, ni misterio."...

Tener que creer que el mundo es misterioso e insondable era la expresión de la predilección intima de un guerrero. Sin ella, el guerrero no tenía nada…” C.C.

LA ISLA DEL TONAL

Don Juan dice que todos los seres humanos tenemos dos entidades distintas que forman una unidad, el tonal y el nagual. El tonal es el que "construye" el mundo de objetos e ideas en el que vivimos; existe un tonal para cada uno de nosotros y un tonal para el tiempo, también para cada época. El tonal es todo cuanto somos e imaginamos y se conforma por una descripción del mundo. El tonal crea "las reglas" por las cuales se percibe o "construye" al mundo en un sentido figurado. El tonal es un acuerdo racional con el que se transforma un mundo de energía, en un mundo de objetos.

El nagual es la parte de nosotros mismos y el mundo que nunca conoceremos y

mucho menos por medio de la razón. El nagual es la parte donde radica el "poder", lo innombrable. La Toltequidad divide al mundo en tres partes: lo que se conoce, lo que se

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