guerrero permite —a base de una escrupulosa disciplina para romper las rutinas de la vida, el no hacer y la marcha de poder— lograr obtener ese dominio. La técnica consiste en tratar de soñar en un tema preestablecido; cuando se logra, durante el sueño hay que buscar las manos y soñar que se alzan al nivel de los ojos. Esto es no sólo lograr el dominio de lo que se sueña, sino también intervenir voluntariamente en lo soñado.
Los antiguos toltecas después de su primer fracaso, al hacer el recuento de sus prácticas, pudieron observar que el efecto que sufría su energía cuando soñaban era muy parecido, aunque de menor magnitud, al que experimentaban cuando ingerían plantas de poder. A este efecto lo llamaron "mover el punto de encaje". Así pues, un guerrero, a base de un gran esfuerzo implícito en el cambio de conductas en el mundo cotidiano, lograba convertir el sueño común y corriente en "ENSUEÑO"; el objetivo era lograr un cambio en la "frecuencia" de su energía, pero sin los altos costos ni riesgos que representaba la ingestión de plantas de poder.
Don Juan dice que todos los seres humanos, aunque no las desarrollen, tienen dos tendencias naturales: o son acechadores o son ensoñadores, dependiendo de su configuración energética o de su temperamento.
Los antiguos toltecas, al desarrollar estas tendencias dentro de la Toltequidad, hablan de los guerreros jaguares (acechadores) y los guerreros águilas (ensoñadores).
Don Juan le enseña muchas técnicas, casi todas tienen el objetivo de cambiar las ideas que tenemos del mundo y de nosotros mismos, con lo cual se ahorra energía; en este esfuerzo se debe ir poco a poco, con mucha disciplina, pero sin tensiones ni obsesiones, sin miedo a perder y sin la ambición de ganar.
Un guerrero, según Don Juan, toma su destino, sea el que fuere, con la máxima humildad. No como base para quejarse, sino como base para librar sus batallas y aceptar sus desafíos. La humildad del guerrero no es como la humildad del pordiosero. El guerrero no se tiende a los pies de nadie, pero de la misma forma no permite que nadie se tienda a sus pies. El pordiosero al menor pretexto se tiende a los pies de quien cree es superior a él, pero al mismo tiempo exige que otros, que él cree que son inferiores, se tiren a sus pies. La humildad del guerrero depende de su impecabilidad, que es ya no estar enganchado a sus semejantes.
Don Juan y Don Genaro, a través de una polilla y en medio del desierto, abren un mundo inconcebible para la mente asechada de Castaneda. Las enseñanzas de su maestro y su benefactor, triturarán literalmente la razón del aprendiz.
”—¿Por qué me hizo usted tomar tantas veces esas plantas de poder? —pregunté.
Rió y musitó, en voz muy suave:
—Porque eres un idiota...
—Lo que importa es que un guerrero sea impecable...
—Voy a decirte algo que a lo mejor es la mayor sabiduría a la que uno puede dar voz —dijo—. A ver qué haces con ella. .
"¿Sabes que en este mismo instante estás rodeado por la eternidad? ¿Y sabes que puedes usar esa eternidad, si así lo deseas?"...
—Antes no tenías este conocimiento —dijo, sonriendo—. Ahora es tuyo. Te lo he dado, y sin embargo no importa nada, porque no tienes suficiente poder personal para utilizar mi revelación. Pero si lo tuvieras, sólo mis palabras serían el medio para que acorralaras toda tu totalidad, y sacaras la parte que manda, de estos límites que la contienen.
Vino a mi lado y me tocó el pecho con los dedos; fue un golpe muy ligero.