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"elementos" se activan a través de la propia energía, pero como siempre estamos ocupados sosteniendo racionalmente la idea de nosotros mismos y del mundo a través de la importancia personal, por tanto se requiere un gasto extremo de esa energía para que podamos "tener" esa energía y percibimos como generadores de... ¡energía! Este es un mundo de energía y no de conceptos y objetos. Esta es la gran herencia de la cultura tolteca y se trasmite a través de la Toltecáyotl.

Don Juan, a lo largo de la enseñanza, tiene que usar una serie de trampas o ardides para mantener la atención y el interés de su aprendiz. Muchas cosas que Don Juan le enseña a Castaneda creemos que, a propósito, lo hace por el camino largo. El conocimiento puro es simple y directo y, por lo mismo de su obviedad, la persona opone mayor resistencia. A pesar de que la enseñanza de la Toltequidad está casi desprendida de ritos y parafernalias[1] en nuestros días, algo queda para poder “engañar” a la razón de los aprendices.

Debemos recordar que, debido a la llegada de los españoles, la Toltequidad debió mantenerse en la clandestinidad. Los españoles nunca vieron, ni tocaron a la Toltequidad; en sus manos cayeron los sacerdotes, más no los hombres de conocimiento; y con los sacerdotes cayeron los hechiceros, los diableros y probablemente alguno que otro guerrero que se descuidó. En el siglo XVIII uno de los personajes más importantes del linaje de Don Juan vivía en el mero centro de la religión católica y, por añadidura, de la Santa Inquisición. Era el Sacristán de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México. Su disfraz y su lugar no podían ser mejores para protegerse de la persecución de aquellos tiempos. Un guerrero es un ser impecable, inaccesible y flexible. Don Juan habla de la maravillosa posibilidad de ser un desconocido.

Como parte de las técnicas que Don Juan le enseña a Castaneda para ahorrar energía y engañar a su razón, está la marcha de poder. El problema con las técnicas que Don Juan le enseña a Castaneda, es que sus seguidores pueden perder la objetividad de las enseñanzas. Las técnicas sólo son MEDIOS y no un fin en sí mismo. Un hombre común puede llegar por algún medio fortuito al "mundo del nagual", o puede llegar al conocimiento a través de la disciplina y del esfuerzo para vencer su importancia personal, y aunque no sepa nada de ello, el ahorro de su energía le hará entrar al conocimiento por sí mismo.

El lector de Castaneda deberá ir con mucho cuidado y no caer en las confusiones del camino del conocimiento del autor y mucho menos las propias. Debemos pensar que para cada uno de los lectores el encuentro con un nagual como Don Juan deberá ser diferente, por lo que la obra habrá de tomarse con mucha reserva, no por el valor de los conocimientos de Toltequidad, sino por las limitaciones y confusiones del propio Castaneda, o por la forma en que éste decidió presentarnos en sus libros el conocimiento adquirido.

"La muerte no es como una persona. Es más bien una presencia. Pero también podría uno decir que no es nada y sin embargo es todo. Uno tendría razón en todos aspectos. La muerte es cualquier cosa que uno desee… El poder personal es un sentimiento... Un hombre de conocimiento es alguien que ha seguido de verdad las penurias del aprendizaje —dijo—. Un hombre que, sin apurarse ni desfallecer, ha llegado lo más lejos que puede en desentrañar los secretos del poder personal... Todo lo que hace un hombre gira sobre su poder personal... Un guerrero es impecable cuando confía en su poder personal sin importar que sea pequeño o enorme... El camino del conocimiento y el poder es
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  1. En el uso moderno, la palabra parafernalia se refiere comúnmente a los usos, accesorios, aparatos o equipamiento empleados o necesarios para una actividad determinada. El rito atrapa la atención del iniciado, pero su costo es muy alto, pues a lo largo del tiempo, el “medio” se convierte en fin. Los toltecas por tener que trabajar en la clandestinidad en los últimos siglos eliminaron muchos de los ritos toltecas.
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