Hechos ocurridos en mayo de 1971, fecha en que concluyó la segunda etapa del aprendizaje de Castaneda.
BORRAR LA HISTORIA PERSONAL
Para mantener la imagen de uno mismo, el hombre común, a la menor provocación, está deseoso de decirle a quien le quiera escuchar "quién es él" o, más bien, quién supone él que es. El contar una y otra vez nuestra vida a quien se deje, además de alimentar nuestra importancia personal (ego) nos permite autoafirmarnos en este mundo de pensamientos. Mantener la imagen de nosotros mismos requiere de un descomunal gasto de energía, por lo que un aprendiz de la Toltequidad deberá ir "borrando" poco a poco su historia personal; esto no es dejar de hablar del pasado, sino, simplemente, "usarlo" de manera referencial e impersonal.
Don Juan dice que la "importancia personal" nos lleva a mantener nuestra historia personal. Don Juan sostiene que a través de la historia personal alimentamos nuestra importancia personal y ésta nos impide apreciar el mundo en el que vivimos. Don Juan dice que prefiere la libertad ilimitada que nos da el ser unos desconocidos: si nadie nos conoce en verdad, no tenemos que andar dando explicaciones y así nadie se enoja o se desilusiona de nuestros actos. Esta libertad es la que el aprendiz necesita para transitar el camino del conocimiento.
"—No tengo ninguna historia personal dijo tras una larga pausa . Un día descubrí que la historia personal ya no me era necesaria y la dejé, igual que la bebida.” C.C..
PERDER LA IMPORTANCIA
La cultura occidental se sustenta en el sofisma de que “el hombre” es superior a todos los seres vivos que le rodean. Por la sencilla razón de que fue creado por Dios a su imagen y semejanza. Además, que le “ha entregado el mundo” para transformarlo, dominarlo y explotarlo. Por esta razón, la soberbia y la actitud depredadora de la cultura occidental.
Por el contrario, para la Civilización del Anáhuac, el mundo fue creado por un sacrificio de los dioses. En efecto, en Teotihuacán se sacrificaron Nanahuatzín y Tecuzistecatl para crear al Sol y a la Luna. Quetzalcóatl bajo al Inframundo por los huesos de los seres humanos del Quinto Sol y en sacrificio, sangró su pene para darle vida a los huesos. Por ello, los seres humanos serán llamados “macehuales”, que en lengua náhuatl significa “merecidos” del sacrificio de los dioses. Los macehuales tienen el deber de amar y proteger a su madre la Tierra (Tonatzin) y coadyuvar para mantener el equilibrio del universo.
Don Juan le enseña a Castaneda que sí quiere seguir en el “camino del conocimiento”, tendrá que cambiar su actitud arrogante y tratar con amor y humildad el mundo que le rodea, en especial a las “plantas de poder”.
"—Te tomas demasiado en serio dijo, despacio . Te das demasiada importancia. ¡Eso hay que cambiarlo!. Te sientes de lo más importante, y eso te da pretexto para molestarte con todo. Eres tan importante que puedes marcharte así nomás si las cosas no salen a tu modo. Sin duda piensas que con eso demuestras tener carácter. ¡Eres débil y arrogante!... —El mundo que nos rodea es un misterio— dijo—. Y los hombres no son mejores que ninguna otra cosa." C.C.
LA MUERTE COMO UNA CONSEJERA