historia de la desolación que tantos años de guerra civil y extranjero han traído a la tierra. El mayor número de ocupaciones establecidos como no lucrativas son, desde luego, mujeres y niños, pero debe haber al menos mil quinientos a dos mil quinientos hombres adultos, sanos incluidos en dicha lista. El muelle—lo que las tormentas han dejado de ese costoso trabajo de los antiguos españoles—esta lleno de ellos cuando llega un barco de vapor, y cuando un tren con unos pasajeros llega van por docenas y cincuenta, para cargar el equipaje sobre sus espaldas; no hay carretas ni vagones de equipaje en Veracruz.
Evidentemente, el matrimonio no es una institución popular en Veracruz, y la Iglesia—no importa cuanto predique contra el pecado de adulterio—ciertamente en la práctica debe ser un poco responsable de esto, porque sus atropellos hacen bastante difícil para los pobres contraer matrimonio. Como de la totalidad de la población de quince mil ochocientos cincuenta almas, todos menos setenta y tres son católicos profesos, y como no hay ninguna iglesia protestante u otra organización, excepto la Católica, en el municipio, el honor o culpa de la condición moral de la sociedad en Veracruz, totalmente, pertenece a la Iglesia madre. Veracruz tiene más comercio y viajes que cualquier otro puerto de México, y su población debería tener un rango superior en la escala de prosperidad e ilustración que ningún otro pueblo con puerto de mar. Aunque la Ciudad anualmente es azotada por fiebre amarilla, o "Vomito", y no es saludable por influencias miasmáticas todo el año alrededor, muchas familias educadas e influyentes, nativas y extranjeras, residen aquí, y el circulo de la sociedad realmente buena es mucho mayor de lo que se supondría por