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CARTA DE ROMERO AL SR. SEWARD.

visto, ya ha comenzado a ejecutarse. Tengo información, de la verdad de que infelizmente, no hay duda, que los dos generales y cuatro coroneles eran fueron sacrificados bárbaramente en flagrante violación de las leyes de guerra y todo principio de justicia.

Estos generales y coroneles pertenecían al ejército regular de la República, fueron oficiales de educación y profesión y habían luchado por la independencia de su país desde el momento en que los franceses desembarcaron en México.

El General Arteaga había alcanzado el más alto rango en el ejército mexicano y recientemente había reemplazado al ex General Uraga en el comando, en el ejército del centro. Fue completamente fiel, un patriota sin mancha y disfrutó de una alta reputación de honradez y probidad entre sus compatriotas de todos los matices políticos. Su constancia y sufrimiento en la campaña contra los invasores franceses, austriacos y belgas en el estado de Michoacán, durante los últimos dos años, serían suficiente para darle una gran reputación, si él no ya la tuviera. Su humanidad fue proverbial, como pueden atestiguar los soldados franceses, belgas y austriacos que fueron tomados prisioneros por sus fuerzas en diferentes momentos.

Los otros jefes y oficiales que fueron hechos prisioneros con el General Arteaga, aunque no habían a la alta posición de su líder, no fueron menos respetable y dignos.

Estos mexicanos distinguidos fueron ejecutados de conformidad con el mencionado Decreto sangriento del usurpador de México."

Tampoco se han relatado los peores y más demoledores hechos asociados con este crimen temeroso. Los oficiales nombrados, cayeron en manos del traidor Méndez el 13 de octubre, y él, dudando sobre el verdadero significado del Decreto, o dispuesto, para que su propio crédito, de parecer serlo, los mantuvo vivos hasta el 21 de octubre, y luego les disparó a todos obedeciendo un mandato imperativo del ministro Imperial de guerra, instruyéndolo