millones de dólares, en moneda, para traer la maquinaria necesaria al lugar, drenar la mina por bombeo, y ponerla a trabajar. Se cree generalmente que incontables millones de tesoro aún permanecen en esta mina, y algún día será sacado.
En la Capilla cerca del tiro, vimos ofendas votivas y fotografías presentadas por los mineros agradecidos en conmemoración de algún milagroso escape de la muerte. Uno de estos fue una ruda pintura que representa a un minero cayendo en el gran tiro, y milagrosamente capturado y sostenido en el aire por la Virgen, al pronunciar su nombre. Si algún hombre me convence de que un ser humano se cayó en ese tiro, y escapó con los huesos de su cuerpo entero, me tragaré todas las historias que puedan decirme sobre milagros modernos y antiguos de aquí en adelante, sin dudar o preguntar. Vimos varios hombres clasificando y tamizando residuos minerales de una gran pila, con años de acumulación, y esto fue todo el trabajo que ocurría en esta gran mina cuando estuvimos allí. En cada pared, y sobre la entrada de cada puerta había el signo de la Cruz, y ruina y desolación había eclipsaba todo.
Cerca de la Iglesia que vimos una cruz, erigida en el lugar donde un hombre fue asaltado y asesinado por bandidos sólo hacía unos meses. Cerca de este, y en el camino directo a Guanajuato, un sacerdote fue detenido un poco tiempo antes de nuestra visita, "puesto" y "revisado," por los bandidos que tomaron todo dólar que él tenía, lo patearon, y le dijeron que se fuera. Después de que lo dejaron ir sintió en sus bolsillos, y encontró un real que no vieron, los llamó, de regreso y con un humor sombrío les dijo "¡aquí mis pobres amigos, todavía hay 12 1-2 centavos para ustedes!" Tomaron el dinero,
