nopal o tuna crece a aquí a la perfección, y el aloe o planta del siglo, también, o mejor, que en la tierra caliente. La ciudad se encuentra en una cañada profunda, y unos pocos árboles de naranjas inferiores crecen en los patios en el lado soleado. El trigo crece bien en este entorno, y la harina, también es excelente, casi igual a la de California, y muy superior a la de los Estados del Atlántico.
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IGLESIA DE SAN JUAN.
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Mirando hacia arriba desde la plaza, miré en silenciosa admiración a la magnífica Catedral acabada dentro de una semana hace cien años—estaban haciendo los preparativos más extensos para celebrar el centenario— y lo mejor que había visto en México, incluso sin excepción de la Guadalajara. Sus dos agraciadas torres, labrada y tallada con riqueza elaborada, hasta la punta, de roca de hermosa lava rosa con que toda la estructura está construida, cada una tiene doscientos diez pies de altura, y el edificio principal tiene doscientos diez pies de largo. La gran cúpula está cubierta con brillantes azulejos en mosaico, y el techo abovedado, de mampostería sólida, es por lo menos setenta y cinco pies por encima del piso.
