y líder estado de Jalisco. Les pido que me complazcan, señores en el sentimiento:
Paz, prosperidad, y honor al Gobernador y estado de Jalisco.
A estas observaciones, y brindis, el gobernador Cuervo respondió como sigue:
Como un ciudadano de Jalisco, como mexicano, como americano, y más aun como un hombre libre, agradezco cordialmente la espléndida iniciativa de los ilustres huéspedes de Jalisco, al Sr. Seward, por la creación de la gran política continental norteamericana, tan bien definida por él en su brindis que tengo el honor de responder. Como patriota, voy a dedicar a la de realización de esa noble idea toda la influencia que pueda valer de un hombre honesto, con toda la fe inspirada en mí por el recuerdo de haber sido el sueño dorado de uno de los más eminentes de mártires nuestra libertad, el gran Degollado. Que pueda la hermandad de todas las Repúblicas americanas transformar al mundo de Colón en lo que deben ser: La Casada de cada hombre libre, con ninguna otra distinción que la impuesta a todos los hombres de verdadero corazón por servicios prestados a la humanidad. Entre los ciudadanos de ese glorioso país futuro, nuestro noble invitado será uno de los primeros; no por los eminentes servicios prestados por el a su país en una carrera tan larga como honorable, como un abogado, un legislador, senador, Gobernador, y por último, como Secretario de estado con el glorioso mártir Lincoln; no por haber sido fiel y leal amigo de México en sus días de dolorosa de prueba, sino para toda una vida, dedicada a la más noble de todas las causas: la emancipación incondicional y absoluta de millones de esclavos. Dios lo conserve del arma del asesino para recompensarle con en triunfo completo de su santa idea. Únase a mí, señores, este sentimiento; A ese ciudadano, cuyo nombre es su mayor orgullo—el Sr. Seward. [Aplausos entusiastas.]
He dado estos discursos, extendidamente, como ilustración del espíritu y aspiraciones imperantes en esta
