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ORIGEN DE LAS ESPECIES 558 variedad producida por el hombre será asunto más importan- to é interesante de estudio que una especio más añadida á la infinidad de las ya registradas. Nuestras clasificaciones ven- drán á ser, en cuanto sea posible, genealogías, y darán en- tónces verdaderamente lo que puede llamarse el plan de la creacion. Las reglas para clasificar serán sin duda más son- cillas, teniendo un objeto dolinido a la vista. No poscemos ni árboles genealógicos ni escudos de armas; y tenemos que descubrir y trazar las muchas líneas divergentes de descon- dencia en nuestras genealogias naturales por caracteres de cualquier clase que hayan sido heredados por mucho tiempo. Los órganos rudimentarios hablarán infaliblemente de las es- tructuras desde hace mucho tiempo perdidas. Las especies y los grupos de especies que so llaman aberrantes, y que ca- prichosamente pueden llamarso fósiles vivos, nos ayudarin á formar una pintura de los formas de vida antiguas. La embrio- logia nos revelar a menudo la estructura algun tanto osculo- cida do los prototipos de cada gran clase. Cuando nos encontremos seguros do que todos los indiví- duos ilo la misma especio y todas las especies intimamente aliadas de la mayor parte de los géneros centro de un perívilo no muy remoto son los descendientes do un solo padre, y han emigrado (lesilo un solo lugit de nacimiento, y cuando conoz- camos mejor los muchos medios (lo emigracion, entónces por la luz que la geologia extiende hoy y continuará extendiendo sobre los cambios primitivos do clima y del nivel de la tierra, seguramento estivemos on disposicion de trazar de una ma- nera aulmirable las emigraciones primitivas de los habitantes de todo el mundo. Am ahora comparando las diferencias entre los habitantes del mar en los laclos opuestos de un con- tinente, y la naturaleza de los varios habitantes (lo aquel con- timento con relacion á sus medios aparentes (le emigracion, alguna luz puede hacerse en la antigua geografia. La noble ciencia de la geologia pierde su gloria por la ex- tromada imperfeccion del registro. La corteza de la tierra con sus restos ombutidos en ella, no debe ser mirada como un musco bien surtido, sino como una pobro coleccion hecha al azar y con raros intervalos. So reconocerá que la acumulacion do cada gran formacion fosilífera ha dependido del concurso cxcepcional de circunstancias favorablos, y que los intervalos