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ORIGEN DE LAS ESPECIES

dos llevando las señales falsas de nutricion del útero de la madre? Indudablemente aquellos que creen en la aparicion ó creacion de solamente unas pocas formas de vida ó de una forma sola, no pueden dar contestacion á algunas de estas mismas preguntas. Algunos autores han sostenido que tan fácil es creer en la creacion de un millon de séres como en la de uno; pero el axioma filosófico de Maupertuis de la menor accion lleva el ánimo más voluntariamente á admitir el número más pequeño; y ciertamente no debemos de creer que han sido creados dentro de cada gran clase innumerables séres con señales evidentes, aunque engañosas, de descendencia de un solo padre. Como memoria de un estado anterior de cosas he conservado en los párrafos anteriores y en otras partes algunas sentencias que dan á entender implícitamente que los naturalistas creen en la creacion separada de cada especie, y se me ha censurado mucho por haberme yo expresado así. Pero indudablemente esta era la creencia general cuando salió á luz la primera edicion de la presente obra. Antes hablé á muchísimos naturalistas sobre el asunto de la evolucion y jamás ni una sola vez me encontré el menor testimonio de simpatía. Probable es que ya entónces algunos creyeran en la evolucion; pero ó se lo callaban ó se expresaban de una manera tan ambigua que no era fácil entender lo que pensaban. Ahora las cosas han cambiado por completo y casi todos los naturalistas admiten el gran principio de la evolucion. Hay, sin embargo, algunos todavía que piensan que las especies han dado repentinamente orígen por medios completamente inexplicados á formas nucvas y totalmente diferentes. Pero como he intentado demostrar, pueden oponerse pruebas de mucho peso á que se admitan grandes y bruscas modificaciones. Bajo un punto de vista científico y como camino de investigaciones ulteriores, poquísima es la ventaja que se adquiere creyendo que se desarrollan repentinamente, de una manera inexplicable, formas nuevas de las viejas y muy diferentes, sobre la antigua creencia en la creacion de las especies del polvo de la tierra. Se me preguntará hasta qué punto llevo yo la doctrina de la modificacion de las especies. Cuestion es ésta difícil de responder, porque cuanto más distintas sean las formas que consideremos, tanto más se reducen los argumentos en favor de comu-