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RECAPITULACION

tiza cria ha sido creida por tantos autores universal, no puede ésto ser considerado como completamente exacto despues de los hechos presentados con la alta autoridad de Gaertner y Koelreuter. La mayor parte de las variedades en que se han hecho experimentos, han sido producidas en la domesticidad; y como la domesticidad (no quiero decir meramente el encierro), tiende casi con certeza á eliminar esa esterilidad que, juzgando por analogía, hubiera afectado á las especies madres si se las cruzara, no debemos de esperar que la domesticidad provoque de igual modo la esterilidad en sus descendientes modificados cuando se cruzan. Esta eliminacion de esterilidad es, al parecer, consecuencia de la misma causa que permite á nuestros animales domésticos reproducirse libremente en circunstancias diversas, lo cual tambien, al parecer, es consecuencia de que se hayan acostumbrado gradualmente á cambios frecuentes en sus condiciones de vida. Una serie doble y paralela de hechos parece arrojar mucha luz sobre la esterilidad de las especies, cuando por primera vez se cruzan y de su deseendencia híbrida. De un lado, hay fuertes razones para creer que los cambios pequeños en las condiciones de vida dan vigor y fertilidad á todos los séres orgánicos. Sabemos tambien que un cruzamiento entre indivíduos distintos de la misma variedad y entre las variedades distintas, aumenta el número de sus descendientes, y seguramente les da mayor tamaño y vigor. Debido es esto principalmente á haber estado expuestas las formas que se cruzan á condiciones de vida algun tanto diferentes; porque yo he averiguado, por una serie laboriosa de experimentos, que si todos los indivíduos de la misma variedad están sometidos durante algunas generaciones á las mismas condiciones, el bien que se obtiene del cruzamiento se disminuye á menudo mucho ó totalmente desaparece. Este es un aspecto del caso. Por otra parte, sabemos que las especies que han estado mucho tiempo expuestas á condiciones próximamente uniformes, cuando se las somete en el estado de cautiverio á condiciones nuevas y muy cambiadas, ó perecen, ó si sobreviven se hacen estériles, aunque conservan una salud perfecta. Esto no ocurre, y si acaso en un grado muy pequeño, con nuestras producciones domésticas, que han estado mucho tiempo expuestas á condiciones fluctuantes. De aquí, cuando encontramos que son poco numerosos los híbri-