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530 ORIGEN DE LAS ESPECIES tencia que conduce à la conservacion de las desviaciones de es- tructura ó de instinto ventajosas; y por último, que pueden haber existido gradaciones, todas buenas cada una por su es- tilo, en el estado de perfeccion de cada órgano. No puedo dis- putarse, á mi juicio, la verdad de estas proposiciones. Es, sin duda, difícil con extremo, áun conjeturar sobre las gradaciones por las cuales se han perfeccionado muchas estruc- turas, sobre todo, entre los grupos do séres orgánicos inter- rumpidos y que presentan claros por haber sufrido mucha ex- tincion; pero vemos tantas gradaciones extrañas en la naturale- za,que debemos de ser extremadamente cautos al decir que un órgano, ó un instinto, ó una estructura entera, no pueden ha- ber llegado a su estado actual POL muchos pasos intermedios. Ilay casos, necesario es reconocerlo, de dificultad especial, opuestos a la teoría de la seleccion natural; y uno de los más curiosos de éstos, es la existencia en la misma comunidad de dos o tres castas definidas de hormigas obreras ó hembras es- tériles; pero he intentado demostrar cómo pueden zanjarse os- tas dificultades. Con respecto a la casi universal esterilidad de las especies cuando por primera vez se cruzan, que forma contraste tan no- table con la casi universal fertilidad de las variedades cuando SC Cruzan, clebo referir al lector á la recapitulacion de los he- chos dados al lin del capítulo IX, los cuales paréceme á mí quo (lemuestran conclusivamente que esta esterilidad no es un atri- buto especial, ni más ni ménos que no lo es la incapacidad de dos distintas clases de árboles para ingertarse, sino que es una incidencia de las diferencias limitada á los sistemas reproduc- tivos de las especies que se cruzan. Vemos la verdad de esta conclusion en la enorme diferencia en los resultados de cill- zar las dos mismas especies recíprocamente, esto es, cuando -una especie se usa primero como padre y luogo como madro. La analogía de la consideracion de las plantas dimorfas y trimorſas, claramente nos lleva á la misma conclusion, porque cua se unen ilegítimamente las formas dan poca semilla 6 ninguna, y las crias son más ó ménos estériles; y estas for- mas pertenecen a las mismas especies indudables, y en nada se diferencian más que en sus órganos reproductivos y sus funciones. Aunque la fertilidad de las variedades cruzadas y do su mes-