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PERIODOS GLACIALES ALTERNATIVOS 443 tervalos, son extremadamente rigorosos, efecto de ciertas con- tingencias, entre las cuales, es la más importanto, como Sir Charles Lyell lo ha demostrado, la posicion relativa de la tierra y del agua. Mr. Croll creo que el último gran periodo glacial ocurrió hace ahora unos doscientos cuarenta mil años, y que duró con ligeras alternativas de climas, ciento sesenta mil años sobre poco más o menos. Con respecto á los períodos glaciales más antiguos, algunos gcólogos están convencidos, por pruebas directas, de que hubo varios durante las formaciones mioce- ne y cocene pasando en silencio todavía formaciones más an- tiguas. Pero el resultado más importante para nosotros, á que ha llegado Mr. Croll, es que siempre que el hemisferio del Norte pasa por un período frio, la temperatura del hemisferio del Sur se eleva realmente; sus inviernos son mucho más blandos, debido todo esto, principalmente, á cambios en la di- reccion de las corrientes del Océano. Lo mismo sucede mutua- mente con el hemisferio del Norte cuando el del Sur atraviesa un período glacial. Arroja esta conclusion tanta luz sobre la distribucion geográfica, que estoy fuertemente tentado á con- liar en ella; pero primero presentaró los hechos que exigen una explicacion. En la América del Sur, ha demostrado el Dr. Hooker, que ademas do muchas especies muy cercanas, unas 40 ó 50 plan- tas de flores de la Tierra del Fuego, que forman parte consi- dorable de su pobre flora, son comunes a la América del Norto ya Europa, a pesar de ser enormemente remotas estas áreas de hemisferios opuestos unos a otros. En las clevadas montañas de la América ecuatorial se da una multitud de especies pecu- liares que pertenecen á géneros curopeos. Gardner ha encon- trado en los montes Organ del Brasil unos pocos géneros de las zonas templadas curopcas, algunos antárticos, y otros de los Andes, que no existen en los cálidos países Bajos interme- (lios. En la Silla de Caracas encontró el ilustre Humboldt hace mucho tiempo especies que pertenecian a los géneros caracte- rísticos de la Cordillera. En las montañas de la Abisinia se encuentran algunas for- mas características de Europa y unas pocas represen tantes de la llora del cabo de Buena Esperanza. En este cabo se han encontrado poquísimas especies europeas, de las cuales se creo que no han sido introducidas por el hombre, y en las monta-