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AFINIDADES DE LAS ESPECIES EXTINGUIDAS 403 gracion de nuevas formas de otra region, y con una gran can- tidad de modificacion durante los largos intervalos en blanco entre las formacionos sucesivas. Con estas reservas, la fauna de cada período geológico es indudablemente intermedia en carácter entre las faunas precedente y siguiento. Sólo nece- sito dar un ejemplo, y esto es la manera con que los palcontó- logos reconocieron desde luego, cuando se descubrió por pri- mera vez el sistema devoniano, los fósiles de este sistema como intermedios en carácter entre los de las capas carbonífe- feras que estaban encima y las silurias que estaban debajo. Pero cada fauna no es necesariamente un intermedio exacto, por haber trascurrido intervalos de tiempo desiguales entre las formaciones consecutivas. No es realmente objecion a la verdad de este aserto de que la fauna de cada período como conjunto es casi intermedia en carácter entre las faunas anterior y posterior, el que ciertos géneros ofrezcan excepciones a la regla. Por ejemplo: las es- pecies de mastodontes y elefantes dispuestas en dos series por el Dr. Falconer-on primer lugar, segun sus afinidades mu- tuas, y en segundo, segun sus períodos de existencia-no con- cuerdan en el arreglo. Las especies extremas en carácter no son las más viejas ni las más recientes, ni son intermedias en edad las que lo son en carácter. Pero suponiendo por un ins- tante en estos y en otros casos análogos, completo el registro de la primera aparicion y desaparicion de la especie, lo cual cstá muy lejos de suceder, no tenemos ninguna razon para creer que las formas sucesivamente producidas tengan nece- sariamente una duracion correspondiente. Una forma muy an- tigua puede accidentalmente haber durado mucho más quo una forma producida posteriormeute en otra parte cualquiera, sobre todo, cuando se trata de producciones terrestres que ha- bitan localidades separadas. Para comparar las cosas peque- ñas con las grandes, si las principales castas que viven y que se han extinguido do palomas domésticas fuesen ordenadas en una serie de afinidades, este órden no estaria en completo acuerdo con el orden en el tiempo de su produccion, y mucho menos con el de su desaparicion, porque la paloma torcaz que fué el origen todavía vive, y se han extinguido muchas va- riedades entre la dicha paloma y la mensajera; y las mensaje- ras, que forman un extremo de la serie en el carácter impor-