COLECCIONES PALEONTOLÓGICAS 357 De la pobreza de nuestras colecciones paleontológicas. . Volvamos ahora á nuestros museos geológicos más ricos. ¡Y qué mezquino espectáculo contemplamos! Todo el mundo ad- mite que nuestras colecciones son imperfectas. Jamás debe ol. vidarse la observacion de aqueladmirable paleontólogo, Edward Forbes, á saber: que se conocen y denominan muchísimas es- pecies fósiles solamente por un ejemplar, y á veces roto, ó por unos pocos encontrados en un mismo sitio. Unicamente una po- queña parte de la superficie de la tierra ha sido explorada co- lógicamente, y ninguna con el cuidado suficiente, como los descubrimientos importantes que todos los años se hacen en Europa lo prueban. Ningun organismo blando puede conser- varso. Las conchas y los huesos decaen y desaparecen cuando están en el fondo del mar, donde no se acumula sedimento. Probablemente formamos una opinion completamente crrónca cuando suponemos que se deposita sedimento sobre casi todo el lecho del mar con rapidez suficiente para cubrir y conservar los restos fósiles. En la mayor parte del Océano, el tinte azul claro del agua atestigua su purcza. Los muchos casos de que hay memoria de una formacion cubierta convenientemente, despues de un inmenso intervalo de tiempo, por otra formacion más reciente, sin que la capa que queda debajo haya sufrido en el intervalo desmejoramiento alguno, parecen poder expli- carse únicamente por la opinion de que en el fondo del mar puede permanecer grandes períodos de tiempo en un estado inaltc- rable. Los restos que quedan asi hundidos en la arena ó en el cascajo, so disolverán generalmente, cuando se cleven las capas, por la filtracion del agua de lluvia cargada de ácido car- bónico. Algunas de las muchas clases de animales que viven en la playa entre los límites de las altas y bajas marcas, parece que se conservan raramente. Por ejemplo: las diversas espe- cies de Chthamalina (subfamilia de los cirrípedos peque- ños), cubren las rocas de todo el mundo en número infinito; son todos estrictamente litorales, con la excepcion de una sola especie del Mediterránco, que habita las aguas profundas, y que ha sido encontrada fósil en Sicilia, mientras que ninguna otra especie lo ha sido hasta ahora en ninguna formacion ter- ciaria; sin embargo, se sabe que el género Chthamalus existió
Página:Origen de las especies por medio de la selección natural.djvu/373
Esta página no ha sido corregida
