Página:Origen de las especies por medio de la selección natural.djvu/360

Esta página no ha sido corregida

ORIGEN DE LAS ESPECIES proco. Tanto los híbridos como los mestizos, pueden reducirse i cualquiera de las dos formas madres, repitiendo en general- ciones sucesivas los cruzamientos con dicha forma madre. Estas diferentes observaciones son, al parecer, aplicables i los animales, pero en este último caso, el asunto se complicit mucho á casa de la existencia de caractézes sexuales secun- clarios, y más aún á causa de que la prepotencia para tras- mitir el parecido sea siempre en un sexo más fuerte que en el otro, tanto cuando una especie se cruza con otra, como cuando son dos variedades las cruzadas. Por ejemplo: creo yo que están en lo justo aquellos autores que sostienen que el asno tiene um poder prepotento sobre el caballo hasta tal punto, que tanto la mula como el burdegano, se parecen más al burro que al caballo; pero esa prepotencia acompaña más fuertemente al burro macho que á la burra, de modo que la mula, que es la cria del burro y de la yegua, se parece más á un asno que el macho romo, que es la cria de la burra y del caballo padre. Algunos autores han dado mucha importancia á la suposicion de que solamente en los mestizos no son los descendientes in- termedios en carácter, sino que se parecen mucho á uno de los padres; pero esto ocurre algunas veces tambien con los híbri- dos, aun cuando concedo que con mucha ménos frecuencia. Exa- minando los casos que yo he reunido de animales cruzados que se parecen mucho á uno de los padres, parecen las semejanzas estar limitadas principalmente a caracteres casi monstruosos en su naturaleza y que han aparecido de repente, como en el albi- nismo, melanismo, falta de rabo o de cuernos, ó mayor número de dedos en manos ó piés; y no á aquellos caractéres que han sido lentamente adquiridos por medio de la seleccion. La ten- dencia á los saltos atrás repentinos al carácter perfecto de uno de los dos padres, seria tambien mucho más probable que ocur- riera en los mestizos que son descendientes de variedades sú- bitamente producidas y semi-monstruosas en carácter, que en los híbridos que descienden de especies lenta y naturalmente producidas. En suma, enteramente convengo con el Dr. Pros- per Lucas: el cual, despues de haber arreglado una enorme coleccion de hechos con respecto á los animales, llega a la con- clusion de que las leyes del parecido del niño á sus padres son las mismas, aunque éstos se diferencien mucho ó poco entre sí; mas claro, que son las mismas, siendo los padres indivíduos de