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FECUNDIDAD DE LOS CRUZAMENTOS 339 males domésticos, y por qué en las plantas solamente se hien observado unos pocos casos, que presentaremos inmediata- mente. A mí me parece que la dificultad real en el asunto que ahora tratamos, no es porqué las variedades domésticas no se han hecho estériles mútuamente al cruzarse, sino más bien porque se han hecho estériles generalmente las variedades naturales tan pronto como han sido modificadas permanentemente en suficiente grado para tomar el rango de especies. Lejos esta- mos de conocer con precision la causa, y no es esto sorpren- dento viendo cuán profundamente ignorantes estamos con res- pecto a la accion normal y á la anormal del sistema reproduc- tivo. Pero podemos ver que las especies, á consecuencia de la lucha por la existencia con numerosos competidores, habran estado expuestas durante largos períodos de tiempo é condi- ciones más uniformes que las variedades domésticas, y esto puede perfectamente causar en el resultado una gran diferen- ria. Porque sabemos cuan comun es que se vuelvan estériles los animales y las plantas, sacados de sus condiciones naturales y sujetos á cautiverio: y las funciones reproductivas de los seres orgánicos que han vivido siempre en condiciones naturales, probablemente serán de igual manera evidentemente sensibles á un cruzamiento no natural. Las producciones domésticas, por otra parte, que como lo demuestra el mismo hecho de su domesticidad, no fueron en su origen altamente sensibles á cambios en sus condiciones de vida, y que pueden ahora re- sistir generalmente con fecundidad no disminuida cambios re- petidos de condiciones, podria esperarse que produjeran varie. dades poco sujetas á tener afectados nocivamente sus poderes reproductivos por el acto del cruzamiento con otras variedades que se habian originado de una manera análoga. llasta aquí le hablado como si las variedades de la misma especie fuesen invariablemente fecundas cuando se cruzan. Pero es imposible resistir á las pruebas de la cxistencia de una cierta suma de esterilidad en los pocos casos siguientes que extractaré con brevedad. Las pruebas son, cuando menos, tan buenas como las que nos hacen creer en la esterilidad de una multitud de especies. Los testimonios proceden tambien de testigos hostiles, que en todos los demas casos consideran la fecundidad y la esterilidad como criterio seguro de distincion