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318 ORIGEN DE LAS ESPECIES descendencia que es inuy fértil cruzada con una de las especies madres. Los librilos de los gansos comun y chino (1. cyl- nzules especies que son tun diferentes que generalmente se las coloca en éneros distintos, han criado i menudo en este país con enzyniera de las dos especies madres puras y en un solo caso han criado inler's. Esto lo consiguió Mr. Eyton que orió los híbridos de los mismos padres, pero de diferentes po- lladas y de estos dos pajaros sacó nada menos que ocho hi- brilos de un nido, nietos de los gansos puros. En la India, sin embargo, tienen que ser mucho más fértiles estas costas cru- cadas de gansos, porque dos jueces competentes, Mr. Blyth y el capitan Ilutton me aseguran que se crian en varias partes del país manadas enteras de estos gansos cruzados; y como los crian, para sacił prorecho, en premjes en los cuales no existe ningma de las dos especies madres puras, preciso es que sean ciertamente alta ó perfectamente fecundas. Las varias razas de nuestros animales domésticos cuando se cruzan son perfectamente fértiles, y sin embargo, en muchos casos descien len do dos ó més especies salvajes. De este hecho debemos deducir o que las especies madres primitivas produje- ron al principio híbridos perfectamente fertiles o que éstos lle- garon á serlo despues, criados en la domesticidad. Esta última alternativa, que fue por primera vez enunciada por Pallas, pa- rece ser con mucho la mas probable, y á la verdad que apenas puede ponerse en duda. Es, por ejemplo, casi cierto que nues- tros perros descienden de varios troncos salvajes; sin embargo, quizá con la excepcion de ciertos perros indígenas y domésticos de la América del Sur, todos son completamente fértiles cuando se los junta; pero la analogia me hace dudar mucho de que criaran al principio libremente entre sí y produjeran híbridos completamente fértiles las diversas especies primitivas. Ultima- mente tambien he adquirido pruebas decisivas de que los pro- ductos del cruzamiento entre el ganado comun y el dojoroba en la India son perfectamente fecundas inter se; no obstante, estas dos formas pueden considerarse como buenas y distintas espe- cies, segun las observaciones de Rütimeyer sobre sus importan- les diferencias osteológicas y las de Mr. Blyth sobre sus dife- rencias en hábitos, constitucion, etc. Las mismas observacio- nes pueden hacerse extensivas a las dos razas principales del marrano. Debemos por lo tanto ó renunciar a la creencia en la