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OBJECIONES A LA TEORIA 301 miis juntas y más regulares en todos sentidos que ahora; por- que entonces, como ya hemos visto, desaparecerian completa- mente las superficies esféricas, que serian reemplazadas por superficies planas; y la melipona haria un panal tan perfecto como el de la abeja de colmena. Más allá de este estado de per- feccion en la arquitectura, no podria llevar la seleccion natu- ral; porque en cuanto se nos alcanza, el panal de la abeja de colmena es absolutamente perfecto para economizar trabajo y cera. Así, segun yo creo, puede explicarse el más maravilloso de todos los instintos conocidos, el de la abeja de colmena, por- que la seleccion natural se haya aprovechado de modificacio- nes de instintos más sencillos, ligeras, sucesivas y numerosas; la seleccion natural por grados lentos ha llevado a las abejas cada vez más perfectamente á ahuecar esſeras iguales á una distancia dada unas de otras en una doble fila, y á construir y escavar la cera entre los planos de interseccion; las abejas na- turalmente no saben que ahuccan sus esferas á una distancia particular unas de otras, como no saben cuáles son los dife- rentes ángulos de los prismas cxagonales y de las planchas rómbicas de las bases; el poder del procedimiento de la selec- cion natural ha sido la construccion de celdas de la fuerza de- bida y del tamaño y figura convenientes para las larvas, ha- ciendo esto con la mayor economía posible del trabajo y cera. El enjambre individual que hiciera de este modo las mejores celdas con el menor trabajo y con menos gasto de miel en la secrecion de la cera, seria el victorioso, y trasmitiria sus ins- tintos económicos nuevamente adquiridos á nuevos enjambres, los cuales a su vez tendrian las mayores probabilidades de triunfo en la lucha por la existencia. Objeciones a la teoria de la seleccion natural aplicada á los instintos; insectos neutros y estériles. A la opinion que precede sobre el origen de los instintos se ha objetado que «las variaciones de estructura y de instinto tienen que haber sido simultáneas y exactamente ajustadas las unas á las otras, pues una modificacion en la una sin un cambio cor- respondiente en el otro hubiera sido fatal.» La fuerza de esta objecion estriba enteramente en la suposicion de que los cam-