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INSTINTO DE IACER CELDAS 293 En una extremidad de una corta seric tenemos las abejas gran- des y silvestres, que usan sus viejos capullos para tener miel, añadiendo á ellos algunas veces cortos tubos de cera, y haciendo igualmente celdas redondas de cera, separadas y muy irregula- res. Al otro extremo de la serie tenemos las celdas de la abeja de colmena, colocadas en una doble hilera: cada celda, como es bien sabido, es un prisma exagonal, con los cantos de la base de sus seis lados cortados al sesgo, de modo que forman una pi- rámide invertida de tres rombos. Estos rombos tienen ciertos ángulos, y los tres que forman la base piramidal de una sola celda en un lado del panal, entran en la composicion de las bases de tres celdas adyacentes en el lado opuesto. En la serie entre la perfeccion extrema de las celdas de la abeja de col- mena y la simplicidad de las de la abeja silvestre, tenemos las celdas de la melipona doméstica, de Méjico, cuidadosamente figurada y descrita por Pierre Huber. La melipona es inter- mediaria en estructura entre la abeja de colmena y la silves- tre, pero relacionada más de cerca con la última: forma un panal de cera casi regular, de celdas cilíndricas, en las cuales se hacc la incubacion de la cria, y ademas otras grandes cel- das de cera para contener la miel. Estas últimas celdas son casi esféricas y de tamaños casi iguales, y juntas unas con otras, formando una masa irregular. Pero el punto importan- te, es que estas celdas están siempre hechas con un grado tal de proximidad entre sí, que se hubieran intercalado ó embu- tido unas en otras si las esferas hubieran sido terminadas; pero ésto nunca sucede, porque las abejas construyen paredes com- pletamente planas entre las esferas, que acabadas tenderian á cortarse; por ésto se compone cada celda de una parte esférica exterior, y de dos, tres ó más superficies planas, segun que la celda está unida a dos, tres ó más celdas. Cuando una celda descansa sobre otras tres, como sucede muy frecuente y nece- sariamente, por ser las esferas casi del mismo tamaño, las tres superficies planas quedan unidas en una pirámide; y esta pi- rámide, segun Huber ha observado, os manifiestamente una grosera imitacion de la base piramidal de tres lados en la celda de la abeja de colmena. Como en éstas, las tres superficies pla- nas de cualquier celda entran necesariamente en la construc- cion de tres celdas adyacentes. Es evidente que la melipona eco- nomiza cera, y lo que es más importante, trabajo, por esta