INSTINTO DE HACER ESCLAVOS 291 salir al último individuo de la F. sanguinea llevándose una ninfa; pero no pude encontrar el desolado nido en el espeso Drezo; el nido, sin embargo, debia estar muy cerca, porque dos o tres indivíduos de F. fusca andaban de un lado para otro en la mayor agitacion y umo se habia encaramado á la extre- midad de una ramica de brezo donde estaba inmóvil con su ninfa en la boca, imázen de la desesperacion sobre su saqueado hogar. Tales son los hechos, aunque no se necesitaba que yo los con- firmara, con respecto al maravilloso instinto de hacer esclavos. Obsérvese qué contraste presentan los hábitos instintivos de la F. sanguinea con los de la F. rufescens del continente. Esta no fabrica su propio nido, no determina sus propias emigra- ciones, no reune alimento para sí y para sus crias y no puede ni kuun alimentarse á sí misma: depende absolutamente de sus numerosos esclavos. Formica sanguinea, por otra parte, poseo muchos menos esclavos, y en la primera parte del verano po- quísimos: los dueños determinan cuándo y dónde se ha de for- mar un nuevo nido, y cuando emigran, cllos son los que llevan a los esclavos. Tanto en Suiza como en Inglaterra parece que los esclavos tienen el exclusivo cuidado de las larvas, y los dueños solos van á las expediciones y á hacer esclavos. En Suiza trabajan juntos los esclavos y los dueños, haciendo y tra- yendo materiales para el nido; unos y otros, pero particular- mente los esclavos, asisten y cuidan á sus crisálidas, y unos y otros buscan alimento para la comunidad. En Inglaterra los amos solos acostumbran á salir del nido para recoger materia- les de construccion y alimento para ellos, sus esclavos y larvas. De modo que los amos en este país reciben muchos menos ser- vicios de sus esclavos que en Suiza. No pretendo conjeturar por qué pasos se originó el instinto de F. sanguínea. Pero como las hormigas que no hacen es- clavos se llevan las crisálidas de otras especies, como yo lo he visto, cuando están diseminadas cerca de sus nidos, es posiblo que dichas crisálidas, almacenadas al principio como alimento, pudieron llegará desarrollarse; y que las hormigas extranjeras, criadas así sin intencion, siguieran sus propios instintos en- tónces, haciendo todo el trabajo que pudieran. Si su presencia resultó útil á la especie que se habia apoderado de ellas, si fuó más ventajoso para esta especie apresar obreros que procrear-
Página:Origen de las especies por medio de la selección natural.djvu/307
Esta página no ha sido corregida
