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OBJECIONES Á LA TEORÍA

la leche en la tráquea. Pero existe esta precaucion especial. La laringe está tan prolongada que se levanta dentro del extremo posterior del pasaje nasal, y por esto puede dar libre entrada al aire para los pulmones, mientras que la leche pasa sin hacer daño ninguno á cada lado de esta laringe alargada, y llega asi sin peligro al gaznate detrás de aquella.» Pregunta entónces M. Mivart cómo la seleccion natural hizo desaparecer en el kanguroo adulto (y en la mayor parte de los otros mamíferos, en la suposicion de que descienden de una forma marsupial) esta estructura, «cuando ménos perfectameute inocente é inofensiva.» Podria sugerirse en contestacion que la voz que ciertamente es de gran importancia para muchos animales, apenas podria haber sido usada con plena fuerza, en tanto que la laringe entrase en el pasaje nasal; y el profesor Flower me ha indicado que esta estructura hubiera estorbado mucho á un animal para tragar alimentos sólidos. Volveremos ahora por breve espacio á las divisiones inferiores del reino animal. Las Echinodermata (peces-estrellas, erizos de mar, etc.), están provistos de notables órganos llamados pedicellariæ, los cuales consisten cuando están bien desarrollados en un forceps tridáctilo, esto es, formado de tres brazos dentados que precisamente se adaptan juntos, y colocados en el extremo superior de un tallo flexible movido por músculos. Estos forceps pueden hacer presa en cualquier objeto con firmeza; y Alejandro Agassiz ha visto un equino ó erizo de mar, pasándose rápidamente partículas de escremento, de forceps á forceps, hasta debajo de ciertas líneas de su cuerpo para no ensuciarse la concha. Pero no queda duda de que ademas de servir para quitar la porquería de todas clases, desempeñan otras funciones y una de ella parece ser la defensa. Con respecto á estos órganos pregunta M. Mivart, como en tantas ocasiones anteriores: «¿Cuál seria la utilidad de los primeros principios rudimentarios de semejantes estructuras y cómo podrian estos brotes incipientes haber conservado nunca la vida de un solo equino?» Añade, «ni áun el repentino desarrollo de la accion de asir pudo haber sido ventajosa sin el pedúnculo libremente movible, ni éste pudo haber sido eficáz sin las garras para coger; y sin embargo, no hay variaciones diminutas meramente indefinidas que pudiesen desarrollar si-