J. Richardson, con la parte posterior de sus cuerpos más bien ancha, y con la piel de sus costados un poco llena, hasta las que se llaman ardillas voladoras; éstas tienen sus miembros y áun la base de la cola unidos por una ancha dilatacion de la piel que les sirve de para-caidas, y les permite deslizarse por el aire á distancias asombrosas de árbol á árbol. No podemos dudar de que cada estructura es útil para cada clase de ardilla en su propio país, disponiéndolas para escapar de los pájaros ó bestias de presa, reunir alimento más prontamente, ó como hay razones para creer, disminuyendo el peligro de las caidas accidentales. Pero no se sigue de aquí que la estructura de cada ardilla sea la mejor que se puede concebir en todas las condiciones posibles. Que cambien el clima y la vegetacion, que otros roedores en competencia ó nuevos animales de presa inmigren, ó que los antiguos se modifiquen, y todas las analogías nos llevarian á creer que, cuando ménos, algunas de las ardillas disminuirian de número ó quedarian exterminadas, á no ser que ellas tambien se modificasen y mejorasen en estructura de un modo correspondiente. Por lo tanto, no puedo ver dificultad, sobre todo bajo un cambio de condiciones de la vida, en la conservacion continuada de indivíduos que tengan las membranas del costado cada vez más desarrolladas, siendo cada modificacion útil y todas ellas propagadas, hasta que por los efectos acumulados de este procedimiento de la seleccion natural, se produjera finalmente una ardilla perfecta de las que se llaman voladoras. Consideremos ahora el galeopithecus ó lemur llamado volador, que en otro tiempo era contado entre los murciélagos, pero que hoy se cree que pertenece á los insectívoros. Una membrana lateral, extremadamente ancha, se extiende desde los ángulos de la quijada hasta la cola, é incluye los miembros y los alargados dedos. Esta membrana está provista de un músculo que sirve para extenderla. Aunque no hay lazos graduados de estructura propia para hendir los aires, que hoy pongan en conexion al galcopitheco con los otros insectívoros, no hay, sin embargo, dificultad en suponer qne existieron ántes, y que cada uno estaba desarrollado de la misma manera que las ardillas ménos perfectamente saltadoras, habiendo sido cada grado de estructura útil para su poseedor. Ni puedo yo ver que haya dificultad insuperable para creer áun.más; que la membrana
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TRANSICION DE LOS SERES ORGANIZADOS