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186 ORIGEN DE LAS ESPECIES nuas, aunque no me cabe duda de que el estado en otro tiempo interrumpido de áreas que son contínuas, ha desempeñado un papel importante en la formacion de nuevas especies, espe- cialmente en los animales errantes y que fácilmente se mez- caln y se cruzan. Al mirar á las especies como están hoy distribuidas so- bre una vasta extension, las encontramos generalmente bas- tante numerosas en un gran territorio; despues van haciéndose de una manera algun tanto brusca, cada vez más raras en los confines, y finalmente desaparecen. De aquí que el territo- rio neutral entre dos especies representativas generalmente es estrecho en comparacion con el territorio propio de cada una. Vemos el mismo hecho al subir las montañas, y algunas veces es notabilísimo cuán bruscamente desaparece una especie co- mun alpina, como lo ha observado Alph. de Candolle. El mismo hecho ha sido reparado por E. Forbes al sondar las profun- didades del mar con el aparato para pescar ostras. A aquellos que consideran que el clima y las condiciones físicas de la vida son los elementos de más importancia en la distribucion, cau- sarán estos hechos sorpresa, puesto que el clima, la altura ó la profundidad van siempre en graduaciones insensibles. Pero cuando nos fijemos en que casi todas las especies, hasta en su mismo centro, aumentarian su número inmensamento si no fuera por otras especies competidoras; que casi todas ó hacen ó sirven de presa respecto á otras; en una palabra, que todo sér orgánico está directa o indirectamente relacionado de un modo importantísimo con otros seres orgánicos; vemos que la extension de los habitantes de un país no depende de ningun modo exclusivo de que cambien insensiblemente las condicio- nes físicas sino en gran parte de la presencia de otras especies, de las cuales vivan, ó por las cuales son destruidos ó con las cua- les entran en competencia; y como estas especies están ya defini- das y no se funden una en otra por graduaciones insensibles, el terreno queocupe cualquier especie, dependiendo como depende del que ocupen otras, tenderá á estar perfectamente deter- minado. Pero hay más: cada especie en los confines de la ex- tension que ocupa, en los que existe con disminuido número, estará sujeta con extremo á un exterminio completo durante las fluctuaciones en el número de sus enemigos ó de su presa, ó en la naturaleza de las estaciones, y todo esto hará que quede