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162 ORIGEN DE LAS ESPECIES órganos reproductivos, es causa de su atrofia; pero no puede crecrse que sea esta la única causa porque en algunas com- puestas difieren las semillas de las florecillas interiores y ex- teriores sin que haya diferencias en las corolas. Es posible quo estén estas varias diferencias en conexion con la diferente afluencia de alimento hácia las flores centrales y externas: cuando menos, sabemos que en las flores irregulares, aquellas que están más cerca del eje, están más sujetas a la peloria, es decir, á ser anormalmente simétricas. Puedo añadir, como un ejemplo de este hecho y como un caso sorprendente de cor- relacion, que en muchos pelargoniums los dos pétalos supe- riores en la flor central del ramo, pierden á menudo sus man- chas de color más oscuro; y cuando esto ocurre, cl nectario adherente está completamente abortado; la flor central se vuelve de este modo pelórica ó regular. Cuando falta el color en uno solo de los dos pétalos superiores, el nectorio no está abortado, pero sí muy acortado. Con respecto al desarrollo de la corola, la idea de Spren- gel de que las florecillas periféricas sirven para atraer a los insectos cuyo concurso es altamente ventajoso para la fecun- dacion do estas plantas, es muy probable; y si es así, la selec- cion natural puede haber entrado en juego. Pero con respecto á las semillas, parece imposible que sus diferencias en figura, que no están siempre en relacion con diferencia alguna de la corola, puedan ser de modo alguno ventajosas. Sin embargo, en las umbelíferas son de importancia tan aparente estas diferencias (las semillas son algunas veces ortospermes en las flores exte- riores y celospermes en las centrales), que el mayor de los Do Candolle fundó sus principales divisiones de orden, en estos caracteres. De aquí que modificaciones de estructura conside- radas de gran valor por los sistemáticos, puedan ser completa- mente debidas á las leyes de variacion y correlacion, sin ser- vir por tanto, al menos en lo que podemos juzgar, de utilidad alguna para las especies. Podemos atribuir falsamente a la variacion correlativa es- tructuras que son comunes á grupos enteros de especies y que, en suma, son debidas simplemente á la herencia; porque un antiguo progenitor puede haber adquirido por medio de la seleccion natural, alguna modificacion en la estructura, y des- pues de miles de generaciones, alguna otra modificacion indo-