«fueron lanzadas por las de cuernos cortos» (estoy copiando las palabras de un escritor agrícola) «como si hubiese entrado alguna pestilencia mortífera,»
Divergencia de carácter.
El principio que he designado con esta frase es de gran importancia, y él explica, á mi modo de ver, algunos hechos importantes: en primer lugar, las variedades, áun las fuertemente marcadas, aunque tengan algo del carácter de especie, como se demostró por las desesperadas dudas que en muchos casos hay para clasificarlas, difieren ciertamente mucho ménos entre sí que las especies verdaderas y distintas. A pesar de todo, segun mi opinion, las variedades son especies en el proceso de formacion, ó, como ya las hemos llamado, especies incipientes. ¿Cómo, pues, se aumenta la menor diferencia entre las variedades hasta llegar á ser la mayor diferencia entre las especies? Que esto sucede habitualmente, debemos inferirlo de la mayor parte de las innumerables especies en la naturaleza, que presentan diferencias bien marcadas; en tanto que las variedades, supuestos prototipos y antecesores de las especies futuras bien marcadas, presentan diferencias pequeñas y mal definidas. La mera casualidad, como podríamos llamarla, podrá ser causa de que una variedad se diferencie en algun carácter de sus padres, y que la cria de esta variedad se diferencie tambien del suyo en el mismísimo carácter en mayor grado; pero esto solo, jamás explicaria un grado tan extenso y ordinario de diferencias como el que hay entre las especies del mismo género.
Como ha sido siempre mi costumbre, he buscado la aclaracion de este punto en nuestras producciones domésticas. Encontraremos aquí algo análogo. Todos admitirán que la produccion de razas tan diferentes como las vacas de cuerno corto y las de Hereford, los caballos de carrera y los de tiro, las diferentes castas de palomas, etc., nunca pudieron haberse efectuado por la mera acumulacion casual de variaciones semejantes durante muchas generaciones sucesivas. En la práctica, por ejemplo, llama la atencion de un criador una paloma que tiene el pico más bien un poco más largo; y por el reconocido principio de que los criadores no admiran ni admirarán un tipo