Esta página ha sido corregida
INDOLENCIA
A
pesar de mí misma te amo; eres tan vanoComo hermoso, y me dice, vigilante, el orgullo:
"¿Para ésto clegías? Gusto bajo es el tuyo;
No te vendas a nada, ni a un perfil de romano".
Y me dicta el deseo, tenebroso y pagano,
De abrirte un ancho tajo por donde tu murmullo
Vital fuera colando... Sólo muerto mi arrullo
Más dulce te envolviera, buscando boca y mano.
— 33