ENTORNO SOCIAL Y APOYO
El apoyo social es un elemento fundamental en el bienestar general de los y las pacientes. La mayoría de las personas desconocen gran parte de los síntomas de la fibromialgia, lo que contribuye a que los y las pacientes se sientan frecuentemente poco comprendidos o apoyados por su entorno social o familiar (en ocasiones, incluso el propio personal médico). Esto se agrava porque las personas con ansiedad, depresión o estrés, al igual que aquellas con dolor crónico, tienden a enfocarse en sus síntomas y descuidan, en gran medida, el mundo que les rodea. Sentirse aceptado o aceptada y valorado o valorada mejora los síntomas, pero esta sensación puede perderse cuando la persona se concentra en sí misma y deja de percibir adecuadamente las señales de los y las que tiene a su alrededor.
El apoyo social percibido influye notablemente en la percepción del dolor y el bienestar puesto que suele favorecer el autocuidado, las conductas saludables, la autoeficacia percibida en el control de los síntomas y contribuye a un menor dolor percibido y a una menor intensidad en la ansiedad, el estrés o la depresión.[1]
Por lo tanto, es esencial mejorar la información de la población general sobre la fibromialgia. La falta de conocimiento sobre la enfermedad hace que el entorno social acabe ignorando al o la paciente cuando habla o expresa quejas sobre la enfermedad, recriminándole constantemente o culpabilizándole por la enfermedad. Esto produce aislamiento social y agrava la sintomatología de la fibromialgia, así como la de los trastornos psicológicos que pueda presentar, como ansiedad o depresión. Toda esta incomprensión se alimenta de la ausencia de señales físicas claras o visibles de la fibromialgia hacia los demás, por lo que frecuentemente se les tacha de personas quejumbrosas. La consecuencia final suele implicar que el o la paciente con fibromialgia desatienda su autocuidado físico y farmacológico.
- ↑ Salgueiro, M., Buesa, I., Aira, Z., Montoya, P., Bilbao, J., & Azkue, J.J. (2009). Valoración de factores sociales y clínicos en el síndrome de fibromialgia. Revista de la Sociedad Española del Dolor, 16(6), 323-329.
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