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Mirbel propone á sus discípulos el de Linneo.[1] Solo el atrabiliario Juan Nepomuceno Crantz se atrevió á impugnar la doctrina del sabio sueco, despreciando altamente los involucros adoptados por Linneo como base principal de su sistema, y asegurando que en el fruto existian los caracteres mas preciosos para distinguir los generos de esta familia. Presentó observaciones dignas de todo aprecio, hizo aproximaciones felices, aunque se encuentran otras en su obra que no han sido ni seran jamas adoptadas; y sobre todo (y solo acaso con el designio de morder) afirmó con demasiada osadia como cosa de hecho, observaciones, cuya falsedad era patente á todas luces: y lo cierto y lo dudoso, y lo falso lo mezcló con tal cumulo de sarcasmos é invectivas contra el tan modesto como sabio Linneo, que es de presumir no fuese escuchado, y mucho menos seguido por ningún botánico, solo por este motivo.

Sin embargo, es de suponer que sus observaciones justas servirian para llamar la atención del célebre profesor de Montpeller, Mr. Cusson. Este sabio examinó con el mayor esmero, y con un ojo verdaderamente filosófico las plantas de esta familia: hizo ver los caracteres mas importantes del fruto, que describió con suma exactitud y prolijidad: advirtió los mas importantes que presentaba la corola, y afirmó que en estas dos partes de la fructificacion residian los caracteres principales que debian distinguir los géneros de las umbeladas. Inventó ademas varios systemas, cuyos bosquejos pueden verse en el extracto que de los trabajos de este sabio hizo después de su muerte el celebre de Jussieu[2] y que manifiesta un fondo de saber en este ramo, que no es facil apreciar sino después de haber observado mucho. Su obra general sobre esta familia la tenia tan adelantada, que en una carta dirigida á nuestro celebre Palan, un año antes de su muerte, le decia que solo le faltaba darle la ultima mano para su publicacion, y al efecto pedia, entre otras áparasoladas españolas, el Daucus crinitus de Desfontaines, y mi Thapsia tenuifolia, mencionadas en las obras de Tournefort, y de Barrellier.[3] Pero por desgracia falleció Cusson antes de publicar su obra, que no ha podido ser apreciada por el publico, sino por lo que manifiesta el referido extracto de Jussieu.

  1. Elements de Physiologie vegetale et de Bolanique, 2 part, pag. 889.
  2. Memoir, de la Sóciete de Medic. á París an. 1783.
  3. Esta carta me la dió un nieto del referido Don Antonio Palan, y pereció con otros muchos manuscritos en Sevilla, el aciago dia 13 de Junio de 1823.