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Si estubiesen ya fijadas las reglas que deben dirigir en la distinción de géneros de todas las familias reputadas naturales, y formados según ellas sus caracteres; poco habría que hacer para llevar la ciencia á toda la perfección posible, en comparacion de lo que quedaba hecho; y entonces ciertamente podria casi asegurarse que el estudio de las plantas lo era de diversion y de recreo: pero por desgracia estamos todavia distantes de semejante grado de perfección. Mucho se ha adelantado sin embargo en familias muy largas y dificiles, como son las compuestas, Grameñas, Cruciferas, Helechos y otras; hasta en los casi imperceptibles Liquenes, Musgos, Hongos, Algas, y otras de flor imperceptible á la vista desnuda, se han hecho progresos admirables. Pero á pesar de los esfuerzos de diferentes sabios distinguidos falta mucho que hacer en otras, y una de las mas dificiles es indudablemente la de las plantas Aparasoladas. Yo he trabajado mucho sobre ellas casi desde que me dedique á la botánica: creo haber hecho algunos progresos, pero todavia me considero bastante lejos del punto deseado.

Ni es de admirar, cuando el mismo Linneo, poco satisfecho del resultado de sus antecesores y contemporáneos, y del que el habia obtenido con el nuevo sistema de su amigo Artedio que adoptó, aseguraba en una carta dirigida al celebre barón de Haller "que todas las plantas le habian proporcionado un placer al concluir de arreglarlas, á excepción de las Aparasoladas que siempre le dejaban disgustado: con efecto fue muy poco feliz en el desempeño de esta parte de su ciencia predilecta. El poco resultado que obtuvo procedio, en mi modo de ver, de haber fundado su sistema principalmente en una parte extrafloral, cuales son los involucros, que el habia elevado poco antes á la dignidad de partes de la flor, despreciando el fruto, que es la parte donde residen las notas de mayor valor.

Todos conocían la imperfección de la obra de Linneo en esta parte, defecto que según diximos arriba confesaba el mismo autor; pero sea por respeto á este grande hombre, ó porque todos se creyesen incapaces de desempeñar lo que no pudo hacer un genio tan privilegiado, ó por falta de objetos; puede decirse, que la doctrina de Linneo fue la unica que prevaleció en todas las escuelas de Europa, y en todas las obras publicadas hasta fines del siglo anterior en que Cusson abrió un nuevo camino, que muy pocos supieron apreciar, puesto que aun en 1815, el celebre