Página:Obras dramáticas de Guillermo Shakespeare - Tomo I (1897).pdf/204

Esta página no ha sido corregida
CXCVIII
Obras de Shakespeare.

minal, Piérdese entonces on dudas, cavilaciones y escrúpulos; se estudia en las profundidades pstquicas de au sér; créese siempre con fuerzas sufieientes para la ejecución de la terrible sentencia, y jamás ecba de ver que, en realidad, uunca se ha resulto irrovocablemenle á ilevarla á cabo.

Le atormenta el recelo de un aigo tras la muerle, incógoita región de donde uunca torna el viajero;...

y considera que nuestra conciencia asi nos acoharda, y el naturat matiz de nuestro brio del pensar se marchita á lus rellejos.

Hámlet, en fin, s0spocha si será un demonio tat vez el espiritu que se le ba aparecido en la forma de su difunto padre, y quiere praebas.

Desquiciado estă el mundo. ;Suerte horrendal ¡Haber nacido yo para su enimienda! exclama: y, persuadido de que está dcstinado á corregir el desorden moral qhe le rodea, qniere, després du nucha meditac óu y sin fucrzas para tanto, DIR:GIR ei complicado curso de los acontecimientos. Ibe ail el drama dentro del drama: de abí ios eserúpulos que le asallan cuando, eslando el Rey en oración, se le proserta ocasión sogura de matarle: de ahi que sus vacilaciones en tomar por el alajo para no cometer un crimen al cjecutar un acto que le es repulsivo, dé lugar á que frustren sus planes imprevistos sucusos: de abi que, al lo, baga jusicia en el Rey biriéndole de muerte, pero sólo por clecto de un arranque natural, duda la veheme.ciu du au lemperamento: no por haber lugradu DuGm los sucesus cuavutentemeule, y de