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CXVIII
Obras de Shakespeare.

OBRAS DE SHAXESPEARB.

XXXV.

Censuras de carácter religloso.

Por más que las representaciones modernas bayan lenido su origen en los claustros ó en los patios de los templos, la Iglesia siempre ha sido recelosa y enemiga del teatro, no bien el arte escénico se ba emancipado y vivido vida propia.

La influencia religiosa togró arrancar muchos decretos á la Reina Isabet, dirigidos muy especialmente contra la impresión de las comedias, que sólo babfan de estamparse por personas provistas de permiso para ello. Por otra parte, y con indepeodencia de la potestad civil, tos 0bispos inatilizaban priblicamente las poesias y las novelas; y privadamente procedian tos puritanos á tan fanática obra de destrucción. Además, los trascondentales acontecimientos de aquel perfodo de transformación continua, asf en las creencias politicas como en las dogmáticas, no eran á propósito para la constante admiración de determinadas obras de arte. La Refurma exigió toda la pertinacia de un la go reinado para arraigarla en las concieacias tan profur lamente, que pudiera desafiar á los esfuerzos de cualq.uer soberano posterior; obra á la que contribuyeren decididamente los puritanos, maestros de las clases inferiores, exagerados é intransigentes, y, por ende, enemigos de toda pública diversión. Isabel y Jacobo fomentaron, por conveniencias polfticas, la controversia religiosa; y, por más que ambos soberanos se declararan patronos de la escena, en bonor de verdad ninguDo de los dos coasideró al arte dramático más que como complemento necesario de la magnificencia y solaces de la corle.